Cómo reacondicionamos las carretillas
El profundo conocimiento de la marca Mitsubishi que distribuimos con exclusividad y la preparación profesional de nuestro equipo mecánico son la mejor garantía de calidad.
Sometemos las carretillas a una inspección exhaustiva que comprende diferentes pruebas como la de peso, respuesta en rampa, pruebas de fuga, mediciones de compresiones de motor y pruebas de capacidad de las baterías. Comprobamos el estado del sistema de refrigeración, grupos motrices, sistema de frenos y circuito hidráulico. Con todo ello, definimos el diagnóstico mecánico de la carretilla a reacondicionar.
El punto de partida del proceso de reacondicionamiento está marcado por la selección de la carretilla elevadora adecuada. Estas carretillas pertenecen al parque de alquiler de ULMA por lo que antes del proceso de reacondicionamiento han estado sometidas a un servicio de mantenimiento continuo y a un chequeo exhaustivo.
Una vez realizado el chequeo mecánico el departamento de reacondicionamiento de ULMA procede al desmontaje del mástil, contrapeso, tejadillo, asiento, ruedas, capo y recambios.
Tras la limpieza y revestimiento de las piezas, se procede a la reparación y sustitución de los componentes internos deteriorados, además de la restauración del chasis y la carrocería incorporando elementos que contribuyen a mejorar aspectos como la seguridad, la ergonomía y la eficacia de la carretilla reacondicionada, en consonancia con los requisitos establecidos por el Real Decreto 2177/2004 de 12 de noviembre.
Por último realizamos la verificación final mediante un control de calidad a fin de garantizar que las carretillas elevadoras reacondicionadas de ULMA estén en plenas condiciones de uso y con las mismas prestaciones que un equipo nuevo.